¿Sabías que la Navidad tiene un tesoro?

Hoy hablaremos del tesoro de la Navidad.

Primero, leamos este pasaje de la Biblia.

«Pues nos ha nacido un niño,
    un hijo se nos ha dado;
el gobierno descansará sobre sus hombros,
    y será llamado:
Consejero Maravilloso, Dios Poderoso,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.»

Isaías 9:6 (NTV)

Este versículo nos habla del nacimiento de un niño que, en efecto, sabemos de quién se trata: Jesús.

Su nacimiento fue profetizado miles de años atrás y todos estaban expectantes de conocerlo. Pero el tiempo pasó y la gente no reconoció cuando el niño Jesús fue creciendo e hizo milagros y prodigios.

En Isaías 9:6 se menciona que aquel niño, tendría el poder de gobernar sobre las naciones. También, sería llamado Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz ¿No es esto maravilloso?

El nacimiento de Jesús implicaba un gran cambio en la sociedad, un cambio en los corazones de todo el mundo.

Cuando nos sumergimos en el estudio de los cuatro evangelios de la Biblia, nos encontramos con la vida, muerte y resurrección de Jesús. En estos poderosos libros se nos narra todas las historias de cómo Dios, a través de Jesucristo, ayudó, sanó y salvó a mucha gente.

Ese mismo Salvador que hizo tanto en los tiempos antiguos, es el mismo ayer, hoy y siempre.

La palabra navidad significa nacimiento, por eso es que, en esta fecha tan especial, recordamos y celebramos el nacimiento de Jesús: el tesoro de la Navidad.

Para muchos, el centro de la Navidad radica en fiestas grandes y regalos, pero no es así. Dios nos dio la oportunidad de salvación mediante Jesucristo, por eso es que Él es el más grande regalo que podemos recibir, es por eso que Él se merece toda la atención en estas fechas, es por eso que Él es el tesoro de la Navidad.

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*La imagen destacada es de licencia gratuita, pero reconocemos al autor Jill Willengton de Pixabay

Hoy te compartimos la historia de tres mujeres de la Biblia que fueron agradecidas con Dios, porque la gratitud es una virtud que debemos practicar siempre.

3 mujeres de la Biblia que fueron agradecidas

1. Ana

Ana quería un hijo, pero era estéril, así que cuando oró a Dios y le pidió de todo corazón que le concediera uno, Él lo hizo y Ana, por fin, pudo ser madre.

Su historia se encuentra en el libro de 1 Samuel capítulos del uno al dos, y en estos pasajes nos cuenta cómo es que Ana se sentía, su fe y después cómo fue que agradeció a Dios por el milagro que hizo en su vida.

Ana expresó su agradecimiento mediante un cántico que está en 1 Samuel 2:1-10, donde una parte dice lo siguiente:

« ¡Mi corazón se alegra en el Señor!
    El Señor me ha fortalecido.
Ahora tengo una respuesta para mis enemigos;
    me alegro porque tú me rescataste.
 ¡Nadie es santo como el Señor!
    Aparte de ti, no hay nadie;
    no hay Roca como nuestro Dios. »

1 Samuel 2:1-2

Al exaltar y reconocer el nombre de Dios, Ana mostró tener un corazón profundamente agradecido. Recuerda que cada vez que quieras dar las gracias a Dios lo puedes hacer mediante la oración o con un cántico, así como Ana lo hizo.

2. La suegra de Pedro

En Mateo 8:14-17 nos cuenta cómo Jesús sanó a la suegra de Pedro. Aunque la Biblia no detalla cuál fue el proceso de la enfermedad de esta mujer, es clara al mencionar que estaba en cama y con fiebre. Como sabemos, tener fiebre es el primer síntoma que se tiene cuando hay alguna infección en el cuerpo, entonces, la suegra de Pedro, probablemente tuvo alguna infección de algún órgano.

Cuando Jesús la sanó, ella inmediatamente se levantó y les sirvió, atendió a los que estaban en casa.

Como podemos ver, la actitud de esta mujer fue de gratitud, porque al servir a Jesús, quien fue su Sanador, demostró que le estaba profundamente agradecida.

De la misma manera, nosotras podemos adoptar esta actitud y aprender de la suegra de Pedro cada vez que sintamos gratitud, podemos manifestarlo en el servicio en la obra de Dios y con los demás.

3. Abigail

Abigail es conocida por ser una mujer muy sensata, pero a veces olvidamos que también fue una mujer muy agradecida. En su caso con David. Ya que David había atendido y protegido a los hombres de su esposo, Nabal, David pidió ayuda cuando este se encontraba en los terrenos de Nabal. Sin embargo, Nabal fue un hombre insolente y rechazó ayudarlos. Pero cuando Abigail se enteró de las bondades de David para con su gente, alistó alimentos, panes y tortas para entregárselos.

Encontramos su historia en 1 Samuel 25, y podemos ver que en todo momento, Abigail mostró gratitud ante David, no solo por sus acciones sino también por sus palabras.

Abigail es un ejemplo de sensatez y gratitud, nosotras tomemos esto e imitemos su carácter, no hay nada mejor que expresar gratitud con nuestro prójimo, y si es con Dios, aun mejor.

Estas mujeres de la Biblia que fueron agradecidas te ayude a practicar la gratitud en todo momento.

Tenemos un reto para ti: Imitando el ejemplo de mujeres de la Biblia. Ten fe como Ana. Sé servicial como la suegra de Pedro. Sé sensata y agradecida, así como Abigail.

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Una de las cualidades que toda mujer debe tener es la gratitud, aún más si se trata de ser agradecida con Su Creador.

Encontrarse con una persona agradecida en estos tiempos puede ser difícil, porque la mayoría piensa que todo lo obtiene con su propio esfuerzo.

Aunque esto puede ser cierto, debemos recordar que Dios es quien nos ayuda y fortalece en todo tiempo para superar toda clase de adversidades (Filipenses 4:13)

Es importante revisar cómo son nuestras actitudes hacia los demás, pero sobre todo hacia nuestro Padre Celestial, porque Él es el Dueño de todo.

¿Soy agradecida con Dios?

No podemos mostrar una actitud de gratitud si nuestro corazón no es agradecido con Dios, porque la Biblia dice que debemos amar a Dios primero; y que todo ese amor se verá reflejado también para con el resto.

Aunque sabemos que cuando le damos gracias a Dios, Él no nos responde audiblemente. Debemos tener presente que los frutos de aquella actitud se verán reflejados en nuestra vida e incluso en cómo nos van saliendo las cosas.

Si nunca has dado gracias a Dios es hora de hacerlo, solo tienes que orar diciéndole a Dios cuán agradecida te sientes por las oportunidades y privilegios que tienes. Recuerda también que los problemas son parte de la vida, por tanto, también debemos darle gracias a Dios. Si quieres saber más sobre este tema, te invitamos a revisar este devocional*

¿Soy agradecida con los demás?

Se suele tener el concepto equivocado de que la gratitud es solo para personas que pertenecen a nuestro pequeño entorno. Pero Dios nos manda a amar al prójimo y en esta lista están nuestros familiares, la pareja, los amigos, hijos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.

Entonces, cada vez que alguien nos hace un favor, nos ayuda o simplemente hace algo tan pequeño, como lavar los platos del almuerzo, se debe dar gracias.

Esto no es solo de manera hablada, sino también pude ser con un lindo gesto y con acciones que demuestren amor y gratitud hacia los demás.

Querida amiga, si alguna vez has olvidado de ser una mujer agradecida, estás a tiempo para reivindicarte de todo lo malo, pues a partir de ahora debes cambiar y no volver a las malas costumbres desagradecidas.

Dilo junto conmigo: ¡Soy una mujer valiosa y agradecida con Dios!

Tenemos un reto para ti: Agradeciendo a Dios por las cosas más pequeñas. En tu día a día fíjate en los detalles. Haz una oración y agradece a Dios por lo que ha hecho en ti.

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*La imagen destacada es de licencia gratuita, pero reconocemos al autor Towfiqu Barbhuiya