Si no sabes cómo fortalecer tu fe en todo momento, estás en el lugar correcto porque hoy compartimos estos consejos para que fortalezcas tu fe y seas cada vez más fuerte espiritualmente.
3 consejos para fortalecer tu fe
1. Lee la Biblia a diario
No hay mejor manera de fortalecer nuestra fe que leyendo las Escrituras y meditando en ellas en cada momento. Esto es porque en la Biblia encontramos las promesas y obras maravillosas que Dios siempre ha hecho con Sus hijos. Entonces, cuando leemos estas historias nos alentamos y nuestra confianza en Dios no decae porque estaremos seguras que el mismo Dios quien obró en el pasado, es el mismo quien obrará en el futuro.
Ahora, si piensas que solo basta leer la Biblia un día y tomar fuerzas para toda la semana, te equivocas, pues, así como necesitamos alimento cada día, necesitamos del pan espiritual para fortalecer nuestra fe.
2. Conversa con Dios
Este segundo consejo te ayudará a fortalecer tu fe increíblemente. Cuando nos dirigimos en oración, no solo estamos siguiendo el ejemplo de Jesús, porque Él lo hacía en todo momento, sino que también estaremos afianzando nuestra fe en Dios. Esto se debe a que conversar con Dios es entrar en confianza con Él y de esa manera se establece una relación mucho más cercana; por tanto, nuestra fe en Sus promesas y obras será más fuerte e inquebrantable. ¿Te animas a conversar con Dios en todo tiempo?
3. Vive en obediencia a Dios
Por último, pero no menos importante, lo que necesitamos para fortalecer nuestra fe es vivir en obediencia al Padre, pero ¿por qué? Porque Él tiene planes fabulosos para nosotras que son de bien, entonces no tenemos por qué preocuparnos dudar de lo que pueda suceder en el futuro, y si obedecemos a ese diseño divino, entonces mostraremos confianza absoluta en Dios y así tendremos una fe más fuerte.
No te desanimes, obedecer a Dios no es seguir un conjunto de normas desagradables, todo lo contrario, nos ayuda a crecer y a ser diferentes. Obedece a Dios y tendrás más fe que nunca.
Tenemos un reto para ti: Fortaleciendo mi fe. Medita en las promesas de Dios. Habla con Él con confianza y obedece a lo que te dice.
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*La imagen destacada es de licencia gratuita, pero reconocemos a Free-Photos de Pixabay.
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