Una nueva semana comienza y qué precioso es compartir la Palabra contigo, mujer valiosa.
Seguro que, al iniciar el año, te pusiste las pilas en diseñar tus planes, propósitos, metas y resoluciones para este 2020, pero este año nos sorprendió con algo terrible ¡una pandemia!
Te viste frustrada porque planeaste ese viaje familiar, estudios en el extranjero o emprender un nuevo negocio, y todo se fue por la borda a causa de las cuarentenas y cierre de fronteras.
Ese negocio que tanto quisiste tener se vio afectado por la escasez económica y por la tristeza de no poder hacer nada.
Ya estamos a mitad de año y aun no logras tus metas, pero es más decepcionante querer lograr algo por años y no poder hacerlo.
La mujer que sufría de flujo de sangre, tenía un sueño muy grande: ser sana. Pero parecía algo imposible, empezando desde la falta de médicos especializados y porque la ley antigua decía que, si una mujer estaba en su periodo menstrual, era considerada impura. Así que esta mujer que tenía sangrado a diario, fue considerada impura por doce años ¡algo terrible!
Sin embargo, no se rindió, sino que tuvo fe y cuando por fin estuvo cerca del Salvador, se acercó, tocó su manto y quedó sana. Su sueño se hizo realidad.
Pero tú dirás que ella logró ser sana solo por el poder de Jesús, no solo fue por eso. La fe que tuvo esta mujer enferma hizo que de Jesús saliera ese poder sanador y restaurador, de modo que ella quedó libre de su padecimiento.
A lo mejor, tus sueños y metas han sido malogrados por las circunstancias. Tal vez te consideras impura, es decir, incapaz de alcanzar tus objetivos, pero no dudes más. No importa cuánto tiempo has estado desesperada por la incapacidad de conseguir algo. Es hora de dejar los comentarios de la gente atrás, acercarte a Jesucristo y tocar con fe ese manto de donde brota Su poder para realizar tus sueños.
¡No te rindas, mujer! Lucha por tus sueños, hazlo con fe, creyendo solo en el poder de Dios.
Te invitamos a unirte a nuestro estudio bíblico Mujeres de la Biblia, que es completamente gratis. Así aprenderemos juntas sobre la Palabra de Dios.