Dios nos manda que debemos honrar a nuestros padres (Éxodo 20:12). De hecho, este es el único mandamiento con promesa, ya que dice: “Para que te vaya bien y permanezcas durante mucho tiempo sobre la tierra”.

Esto involucra el cuidar de nuestros padres cuando son ancianos Cuidar a un adulto mayor muchas veces puede ser una tarea complicada, pero en realidad encierra una amplia cantidad de sentimientos y privilegios. Sea que se trate de tu padre, madre o abuelos, tenerlos bajo tu cuidado no solamente es una forma de demostrar todo tu afecto, sino que también es una manera en la que honras a Dios. A continuación, queremos darte algunos consejos y palabras de aliento a ti que cuidas a un familiar en esta etapa de sus vidas:

1.  Sé decidido

Las personas de mayor edad están en una etapa de sus vidas en la que buscan sentirse queridos y apoyados. Lamentablemente, muchos familiares transmiten sentimientos negativos (como odio, fatiga, depresión e incluso desprecio) cuando están cuidando al adulto mayor. Al hacer esto, la persona se comienza a sentir mal, como si fuese una carga para los demás. Se intencional en tu cuidado entendiendo que hay un propósito divino en el cuidado que brindas.

Si tienes un adulto mayor en tu vida, pregúntate ¿Cómo puedo ser intencional en cuidar de ella o él? 

2. Cuida con amor

El adulto mayor, sea tu madre, tu abuelo o cualquier otro familiar, necesita sentirse querido, más aún si padece de algún tipo de enfermedad. Muchas mujeres quedan viudas en esta etapa de sus vidas así que seamos empáticos con su dolor y tal vez el luto de sus pérdidas y estemos atentos a sus necesidades primarias tales como el alimento, ropa y que se sientan protegidos en sus casas o lugar de habitación.  

Piensa en cómo sería la manera más práctica de mostrar tu amor a esa madre ya mayor o un padre anciano.  

3. Cuida con gratitud

Es importante hacerse esta pregunta: “Si mis padres cuidaron de mí cuando era un niño, ¿por qué yo no habría de hacerlo cuando ellos envejezcan?”. Sin lugar a duda, cuidar de los adultos mayores es otra forma de agradecerles por todos los sacrificios que hicieron para que nosotros pudiéramos crecer y desarrollarnos como personas. Por eso, cuando vayas a cuidar a tus familiares ancianos, recuerda todo lo que ellos hicieron por ti.

Si llevas un diario o journal, escribe una memoria que tengas con tu madre o padre mayor y luego llámale para darle las gracias.

4. Cuidar es un privilegio

Hay muchas personas que darían lo que fuera por tener a sus padres cerca, pero lamentablemente ellos ya no se encuentran en esta tierra.

Reconoce el privilegio que tienes de tener a tus seres queridos cerca de ti. Esto también te llenará de agradecimiento y amor, lo que te permitirá cuidar mejor a tu familiar.

Si tus padres están vivos ora a Dios por sus necesidades y que te muestra cuál es Su voluntad para tu vinculación a sus vidas en estos momentos; igualmente si ya no están ora en gratitud a Dios por el regalo de haberlos tenido.

Te invito a que analices cada uno de los puntos que hemos explicado y comiences a ponerlos en práctica durante el cuidado de tu familiar.

Este articulo fue escrito por la Editorial Imperial en base al tema del libro “Disfrutando de los hilos de plata” escrito por Ana Ester Roque, Líder de la comunidad Mujer Valiosa en California. Puedes adquirir su libro en anaesterroque.com