Quién no quiere que se terminen todos sus problemas de una vez para ser feliz, pero lastimosamente, las dificultades no se desaparecerán por arte de magia; y lo único que nos toca es esperar pacientemente hasta que todo termine.

Estar alegre en todo momento puede sonar descabellado, porque no hay ni una sola persona en el planeta que pase adversidades.

Pero las mujeres cristianas tenemos una ventaja con respecto a la crisis y es que Dios mismo nos promete cuidarnos y nunca dejarnos de lado cuando pasemos por momentos difíciles (Isaías 43:2)

Alégrate a pesar de todo

En la carta a los Tesalonicenses, el apóstol Pablo escribió estas maravillosas palabras:

«Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.»

1 Tesalonicenses 5:16-18 (NTV)

De modo imperativo, Pablo les dice a los hermanos de Tesalónica que deben estar siempre alegres. Si prestamos atención a esto, no les dijo: «Estén felices solo cuando les va bien» o «Alégrense cuando los problemas se terminen.»

En realidad, no hay persona que esté exenta a los problemas, pues Jesús dijo que en esta tierra sufriríamos. Así que, tenemos malos momentos, pero con todo eso debemos de mantener el gozo en nuestro corazón.

Las pruebas no son un obstáculo

En 1 Tesalonicenses 5:16-18 también se menciona que debemos ser agradecidos en toda circunstancia, porque esa es la vilunta de Dios para nuestras vidas. Entonces, las pruebas que tenemos que pasar a diario no representan un obstáculo para ser feliz, al contrario, sin son parte del plan divino, entonces nos queda alegrarnos y ser agradecidas.

Ahora, estar alegre en todo momento no significa ser indiferente al dolor de otras personas, ni tampoco implica que vamos a tomar nuestra situación a la ligera. Pues, Dios quiere que sepamos apreciar la vida incluso cuando todo va mal. Además, quiere que seamos seres agradecidos con nuestro Creador porque en Su excelente sabiduría, Él conoce el propósito de nuestra crisis.

Tenemos un reto para ti: Basando mi felicidad en Dios. No te enfoques en el problema. Aférrate a las promesas de Dios. Depende de la voluntad de Dios y no en tu problema.

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*La imagen destacada es de licencia gratuita, pero reconocemos al autor Mellamed de Pexels.